Eterno verano.

sábado, 19 de abril de 2014

Domingo de Ramos, Jueves y Viernes Santo 2014, en Lima.

Domingo de Ramos: Sumergido en mis ocupaciones diarias, por poco olvido esta fecha, pero el gran número de personas llevando ramos por las calles del Centro de Lima me hizo recordarla. En la noche la seguí teniendo presente porque al pasar por la Iglesia de las Nazarenas me encontré con la pequeña procesión que suele recorrer los alrededores del templo.
La imagen representa el ingreso de Jesús a Jerusalén, a los lomos de un pequeño asno.
Jueves Santo: Un pariente llamó para invitarme a recorrer las iglesias esa noche, cosa que empezamos a hacer alrededor de las 19hrs. Elegimos ir a Barrios Altos, en donde hay iglesias coloniales casi en cada calle, por lo que nos resultó bastante fácil completar las siete iglesias que manda la tradición.

Iglesias visitadas: Santa Clara, Nuestra Señora del Carmen, Buena Muerte, Trinitarias, Santa Ana, Nuestra Señora del Prado y San Francisco (esta última, fuera de Barrios Altos).

Altar lateral en la Iglesia de Nuestra Señora del Prado.

Muchas iglesias cubrieron sus imágenes en Viernes Santo, a la espera del Domingo de Resurrección.

Joven a las afueras del Convento de la Buena Muerte, echando agua bendita a los visitantes.


Iglesia de las Trinitarias, repleta de visitantes.
San Francisco.
Imagen del Señor Cautivo de Ayabaca y restos de pintura mural colonial en la Iglesia de las Trinitarias.
Viernes Santo: Tenía previsto subir al cerro San Cristóbal como parte de la peregrinación que acompaña al "Cristo Cholo", pero previamente, antes de las 06hrs, mi tío me recordó que saldría la imagen del Señor de los Milagros. Me despertó a esa hora y medio dormido lo acompañé, tomando algunas fotos. Ese día, además, salen por lo menos otras dos procesiones: la del Santo Sepulcro y la del Señor Crucificado del Rímac.

Defensa Civil no permitió a "Cristo Cholo" realizar su peregrinaje y "crucifixión" en la cumbre del cerro San Cristóbal, debido al gran número de personas asistentes; ni más ni menos que siete veces la cantidad habitual. Una verdadera lástima y más aún teniendo en cuenta que el Cristo más popular de la Semana Santa limeña ha anunciado que el próximo año ya no hará el Vía Crucis, tras más de 30 años ininterrumpidos de representar a Jesús.

Sin embargo, el camino a la cumbre del cerro no tuvo pierde alguno. Para empezar había multitud de vendedores de todo lo imaginable: desde chancho a la caja china y anticuchos, pasando por vendedores de amuletos venidos desde Bolivia, hasta niños que vendían velas y piedras (sí, piedras), ya que es costumbre dejar una piedrita en cada una de las 14 cruces que existen en la avenida San Cristóbal (la que bordea el cerro) y que marcan tantas otras estaciones del Vía Crucis. Fuí testigo de dos niños que se pelearon con verdadera fiereza porque uno de ellos quiso quitarle las piedras al otro. Parecían pequeños adultos peleando en medio de la pista. "Desde niños tienen que aprender que si no luchan por lo suyo, no sobreviven", decía mi tío, quien minutos después me dijo para tomarnos un selfie con el paisaje de San Juan de Lurigancho de fondo.

Y hablando de San Juan de Lurigancho, es increíble cuánto han avanzado los asentamientos humanos en la ladera del cerro que pertenece a ese distrito: han llegado hasta el camino que bordea la cumbre desde el Rímac, por lo que se puede decir que ambos distritos ya están unidos casi en lo más alto del cerro. Los habitantes de las pequeñas casas de madera y calamina trepaban por la ladera y se unían a los peregrinos y en una ocasión incluso ayudaron a auxiliar a una mujer embarazada que empezó a sentirse mal.

Como mencioné anteriormente, también habían vendedoras de amuletos de origen aymara, venidas de Bolivia y Puno. Estas vendían toda clase de amuletos, casitas, carritos y billetes de juguete para "atraer" esos bienes a quienes los porten, hierbas, ekekos, esencias y también ofrecían baños de florecimiento con su respectivo pase de quirquinchos vivos (armadillos que guardaban en unas cajitas). En sus puestos también tenían imágenes de la Virgen de Copacabana, como buena muestra del sincretismo religioso de los Andes sureños.

Una vez en la cumbre y tras hacer las respectivas oraciones, los asistentes se dieron con la noticia de que "Cristo Cholo" no subiría, así que emprendieron la bajada. Después me informaron que la "crucifixión" se llevó a cabo de forma improvisada en el Paseo de Aguas del Rímac, ya de noche, pero mi tío y yo habíamos tomado otra ruta así que no lo vimos.

Hoy, Sábado de Gloria, no sé si se realizará alguna procesión en el Centro de Lima, solo sé que se realizan vigilias en las iglesias católicas y ortodoxas. Y hablando de vigilias, hace unas horas se llevó a cabo (un año más) el "Milagro del Fuego Santo" en la Iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén, un prodigio desconocido en el mundo católico, pero considerado por los ortodoxos quizá como el mayor prodigio desde hace más de mil años. Los invito a buscar información al respecto.


Piedras listas para ser vendidas.

Capilla de San Martín de Porres y sobre ella, como muestra de ecumenismo popular, una iglesia evangélica. De esta salía una canción cuya letra decía "Como corderito yo saltaré".

Interior de la Iglesia de Nuestra Señora de Fátima, que tenía todas sus imágenes cubiertas.

Una de las estaciones del Vía Crucis.

Peregrinos.

Otra de las estaciones.

Casa excavada en el cerro.

El atardecer cae sobre la ciudad, pero los peregrinos siguen avanzando.

Pasando el armadillo.

Rituales.

La cumbre.

Más velas y piedritas.

Siete veces más peregrinos de lo habitual.

Sincretismos.

De piedrita en piedrita, una avalancha de fe.

Procesión del Santo Sepulcro en las cercanías de la Plaza Mayor.

1 comentario:

  1. Del lado de SJL se veía clarito como la gente subía por la vuelta del cerro. Dios es peruano.

    ResponderBorrar