Eterno verano.

sábado, 30 de agosto de 2014

El milagro musical de Santa Rosa.

Para él no quedan dudas: es un milagro de Santa Rosa. O como me dijo hace unos momentos: un sueño cumplido.

Ocurrió la noche de ayer. Me disponía a descansar cuando recibo una llamada.

- ¡Riiing! ¡Riiing!
- ¿Holi?
- ¿Puedes venir a la calle tal, cuadra tal, en el Rímac? Quiero que me ayudes con algo ¡y llama a Pedro también porque voy a necesitar manos!
- Será pues.

Lo que había pasado es que mi tío, en uno de sus paseos por la ciudad, se había topado con un montículo de basura y sobre éste, ni más ni menos que un piano. Y no cualquier piano: un piano alemán. Nadie sabe cómo fue la travesía del musical artefacto de madera desde Leipzig hasta esa oscura y húmeda calle repleta de robiños.

Llegué con mi primo. Llamamos y esperamos a un conocido que tiene un carro de mudanzas. Y así lo transportamos hasta la casa de mi tío, ubicándolo a su pedido en un lugar preferencial de la sala.


Pero ¿dónde está el milagro?

Bueno, digamos que es común encontrar muebles viejos y hasta algún televisor o monitor de computadora en la basura, pero ¿un piano? ¿de madera y en buen estado? ¿alemán?

Es cierto que hay teclas que no suenan, pero no es nada que no pueda solucionarse con el adecuado mantenimiento. Y mi tío conoce a un anticuario que sabe quién puede repararlo.

Recuerdo varias conversaciones en estos últimos años en los que mi tío, que ha trabajado en cuestiones musicales y artísticas, decía que quisiera tener un piano. Recordaba el enorme piano europeo de la profesora húngara con la que llevó clases cuando era joven y se lamentaba de que su precaria condición económica no le permitiera adquirir uno, ni siquiera viejo.

Y, aunque dice que no le pidió a Dios tener uno por considerar que a Él no se le deben pedir banalidades, era un anhelo que siempre tenía, y no es la primera vez que algo que quiere, literalmente, se le cruza en el camino y lo obtiene de la forma más inesperada.


Así que hoy fue a la procesión de Santa Rosa a agradecerle. Después de todo, hace años dejó una carta en su pozo. ¿Le pidió un piano? No recuerda si lo hizo, pero aún así, nunca está de más agradecer. Quién sabe.

sábado, 23 de agosto de 2014

Aventura culinaria de los pobres 4: Buscando la empanada perfecta en Tacna.

Por toda la ciudad de Tacna se encuentran empanadas de los más diversos tipos. Desde las de S/.0.50 supuestamente rellenas de queso que venden en cuanta tienda y kiosko se vea, hasta las empanadas triples que son mis favoritas. Y de ellas (y de algunos lugares donde encontrarlas) trata este post.

Primera parada: Empanadas Silvia.

Ubicación: Cuadra 2 de la avenida Patricio Meléndez, al costado del Mercado 2 de Mayo.
Precio: S/. 3.
¿Recomendables? Son ricas, pero desde 2006 hasta la fecha han bajado su nivel, ya casi no llevan relleno, comparadas a las de aquellos años.



Segunda parada: Empanadería sin nombre.
Ubicación: Calle 2 de Mayo 870.
Precio: S/. 3.
¿Recomendables? Muy, pero demasiado buenas. Con una sola te llenas y tiene un gran relleno de lo que debe tener una empanada triple: Pollo, queso y trozos de hot dog o jamón.



Tercera parada: Panadería La Genovesa.
Ubicación: Avenida Bolognesi Cuadra 2.
Precio: S/. 2.
¿Recomendables? Pasables.
¿El plus? En el lugar también puedes comprar diversos dulces como la leche asada envuelta en un cono de galleta a 2 soles.


La leche asada en cono de galleta.
Además:

1. Frente al Plaza Vea de Tacna (avenida Cusco) en las noches se ubica la combi de Sandwichs El Campeón. Son altamente recomendables sus sandwichs con cóctel de frutas (los que vienen en latas de conservas como Aconcagua). El sandwich llamado "Guacamayo" es una hamburguesa con tocino y el ya mencionado cóctel de frutas.

El carrito.

El guacamayo.
2. Antes de llegar a Tacna los buses deben obligatoriamente detenerse en el puesto de SENASA que se encuentra a las afueras de Moquegua y, posteriormente, en el control policial de Camiara. En ambos lugares hay vendedores de la deliciosa yuca o papa arrebozada con queso frito. Qué rico carajo :3

¡Ñam!

jueves, 14 de agosto de 2014

Exposición "La huella del sonido" en el Centro Cultural de la PUCP.

El día de ayer estuve en el Centro Cultural de la Pontificia Universidad Católica del Perú para asistir a la exposición "La huella del sonido", la cual nos invita a recorrer los distintos soportes que ha tenido la música grabada en décadas precedentes y también en la actualidad. Para alguien que babea de la emoción cuando ve un cassette o un vinilo esa muestra resultó auditivamente sabrosa y culturalmente nutritiva.







Partimos de la victrola/vitrola/gramófono. Esa que se activaba a manivela y de la que todos hemos visto una foto antigua en la que aparece un perrito atento al sonido de la enorme bocina, foto que, por cierto, decora una de las paredes de la exposición. La de la foto es una victrola Sanbarsan, lanzada al mercado en 1918.



Uno de los objetos manipulables de la exposición es esta hermosa rockola con discos de 45 rpm. La podías activar con monedas de S/. 1 lo que te permitía elegir dos canciones con sus botones. Yo elegí "Viento dile a la lluvia" y "¿Dónde está esa promesa?" del grupo español sesentero Los Gatos, aunque también estaba por ahí "Ciudad solitaria" de Luis Aguilé, canción cuyo sonido me daba miedo de niño.





Radio Bush EU3A, fabricada en Londres en 1950. Tenía Onda Corta y AM.


Radio Philips Sagita 431 de finales de los 50s con AM y FM. Mi abuela tenía una muy similar, sino acaso la misma y aún debe seguir guardada en algún lugar de la casa familiar.


Gramófono Victrola T90, fabricado para el mercado asiático.




Un par de imágenes realizadas con cinta de cassette.


Tocadiscos.


La evolución.


Tablet con alguna música al lado de una grabadora ochentera. También tengo una de esas en casa pero ya no graba muy bien. La de la foto es del modelo BR-800 de la marca Bigston.






Grabadora de carrete abierto Open Reel Pioneer RT71 DE 1973.


La foto del perro y la vitrola.


Portadas de álbumes.


Los Iracundos que no eran nada iracundos en sus canciones, al contrario, la mayoría eran sufridas. Ok, no.


"El último tango en Piñonate" para toda mi gente sabrosa de SMP.




"¡Que se paren las bolas..!" y "Romance en La Parada".


Mar de Copas en cassette.


Vinilo de The Platters que escuché en una cabina que emulaba las antiguas discotiendas. Fue la primera vez que escuché "Only you" directamente de un LP y no de cassette.



La revolución en LP.


Formatos actuales: MP3.


Tras el Concilio Vaticano II, la Iglesia Católica empezó a hacer la misa en los idiomas locales, en este caso, en una lengua del Congo.


El de abajo es un adaptador de discmans, MP3 u otros para automóviles o equipos que solo tienen cassettera.


Tocadiscos vertical.




Haciendo sonar un theremin, el primer instrumento de música electrónica de la Historia.


Reproductores de CDs y discman.


El que sepa donde puedo comprar actualmente uno de estos, que me pase la voz.










La clásica radio ochentera que muchos aún conservamos en algún rincón de nuestras casas.


Máquina de cartuchos.


Radiola. Con una de esas se armaban los tonos en mi casa hasta mis primeros años de vida, incluido el de mi bautizo, según consta en cierto video Betamax.


Laser Disc, un formato que no tuvo mucho éxito a inicios de los 90s.






Lo bueno: Prácticamente TODO, pero me gustó especialmente "la discotienda". Me hizo recordar lo que era DiscoCentro, hasta inicios (o creo que mediados) de los 90s. Cuando salíamos los fines de semana, mi padre me llevaba y probaba no sé si discos o cassettes de sus artistas favoritos (Los Iracundos y similares) en las cabinas, lo que en ese tiempo me parecía un aburrimiento increíble pero ahora recuerdo (muy vagamente porque no tendría más de 5 años de edad) con nostalgia. Fue la primera vez que mi amiga acompañante (que tiene 18 años) pudo escuchar un disco de vinilo y sintió la diferencia con un cassette o un CD. Asimismo, hacía muchos años que no grababa mi voz en un cassette, una experiencia que extraño y me devuelve hasta la mitad de mi adolescencia.

Lo único malo: Hay un caballero que incansablemente va de un lado a otro chequeando lo que hace la gente. Se le ve ansioso. No es ninguno de los curadores pero parece que es dueño o repara alguno de los tocadiscos. Lo cierto es que cuando vas a probar alguno de dichos objetos te mira un poco más y con rayos X. Se queja de haber tenido que cambiar "25 agujas" de los tocadiscos que están en las cabinas porque la gente no sabe que, en su opinión, la manija no se debe levantar sino solo llevar suavemente porque está milimétricamente calibrada y... ¡por favor! si vas a poner objetos para ser manipulados sabes que te estás arriesgando, si vas a tener miedo mejor pónlos tras una vitrina y no en una muestra interactiva. Además, en mi casa hubo tocadiscos funcionando hasta no hace muchos años y siempre hemos hecho las cosas así y no se ha tenido que cambiar la aguja en harto tiempo.

Ok, ya hice mi catarsis. ¡Les recomiendo la exposición! Está de 10am a 10pm hasta el 24 de agosto. ¡No se la vayan a perder! :D