Eterno verano.

domingo, 26 de julio de 2015

Visitando la Feria Internacional del Libro de Lima 2015.

El día 25/7 por la tarde estuve en medio del mar de gente que año a año visita la Feria del Libro. ¿En verdad aún hay gente empeñada en decir que los peruanos no leemos? Váyanse al carajo. Aquí algunas imágenes.
Instituto Francés de Estudios Andinos.

Testimonio de un sospechoso de "prácticas poco católicas" en tiempos de la Colonia.

Colorido.
En el stand del Grupo Planeta no se podía ni caminar.
J.J. Benítez, la estrella de Planeta.

El último libro de Sixto Paz, el contactado peruano más conocido a nivel internacional.

Los "Caballo de Troya", "El Día del Relámpago" y "Estoy Bien" a buen precio.


Ídolos nacionales.

Nos pusimos orientalmente espirituales.

Todo lo que necesitas para ser un buen católico y defender tu posición.


Francisco siempre figurando.

Exorcismos.

Clásicos de la música mundial.

Las editoriales católicas tienen una notoria presencia en la Feria.

La Catedral Ortodoxa Rusa de San Basilio en un modelo armable.

UNI.

UNMSM.

Los invitados extranjeros.

El conejito primo de los "Happy Tree Friends".


Fe.

Las aventuras nada subliminales de Peppa Pig "la chancha cabeza de pene" en uno de los stands más visitados.

Ofertas :)

Peisa con sus autores nacionales. Algunos buenos, otros... pucha, hasta yo puedo sacar un libro.

Espiritualidad y esoterismo.


Muy buena la propuesta de la Librería "El Aleph" de vender libros antiguos. Encontré algunos que quería. Aunque claro, Amazonas es un poco más barato para algunos casos. Lo demás muy bien :)
Y después de tanto por leer y comprar ¿cómo es posible que un buen grupo de chibolos solo haya ido para ver y tomarse foto con Mox?

domingo, 19 de julio de 2015

El enigma de los selfies.

Cada cierto tiempo se ponen de moda y se muestran como novedades algunas cosas que siempre han existido y que, por ser obvias, no merecerían mayor interés. Es el caso de los selfies.

Siempre han existido las autofotos, desde, incluso, antes de que se popularizaran las fotos digitales, y desde luego mucho antes de que los celulares tuvieran la camarita delantera creada ex profeso para tal fin. Tengo fotos tomadas con cámara analógica de 2002 o 2003 donde un grupo de amigos del barrio, el cole o la parroquia y yo, aparecemos tomándonos autoimágenes.

Creo, personalmente, que los selfies surgen por dos características muy extendidas de nuestra época: la soledad y la desconfianza. Añadiría también el narcisismo. Pero vayamos por partes.

La soledad, porque si te tienes que tomar una autofoto es porque no hay nadie más a tu alrededor para que pueda tomártela. Y como tal, se vuelve una forma de capturar escenas bastante íntimas (ejemplo: las fotos ridículas o "sexys" frente al espejo del baño) o registrar logros alcanzados "por uno mismo" (ejemplo: un escalador que llegó solo a la cima de una montaña tiene que inmortalizar eso sí o sí porque, de no hacerlo, quizá no le crean). Pero en el caso de autofotos donde estás comiendo solo una hamburguesa o sentado solitario en la butaca de un cine, habría que hacerse otras preguntas con respecto a esa soledad registrada.

Desconfianza porque, supongamos que son un gran grupo de personas que van a tomarse fotos en una plaza muy bonita pero famosa por su inseguridad. ¿Le darías tu cámara o celular a un extraño que podría irse corriendo con tu artefacto? Lo más probable es que no. Así que apriétense que todos queremos salir en la foto con la estatua de San Martín al fondo.

Lo del narcisismo es muy evidente. Supongamos que te tomas una autofoto con tu grupo de amigos. O con tu salón de clase. O a esos artistas que se toman un selfie al finalizar el concierto con 5.000 desconocidos atrás de ellos. Creo yo que el hecho de que quien toma la foto aparezca en un exagerado primer plano es una manera de expresar "este soy yo... y el mundo" o "yo... y los demás". Los demás más pequeños, algo difuminados y muchas veces agolpados para salir en el cuadrito de píxeles del cual tu cara ocupa más del 40% del espacio.

Me hace recordar a esas fotos antiguas donde el patriarca de la familia se ponía al centro, más cerca a la cámara y los familiares y la servidumbre se ponían atrás, a modo de séquito.

Hay, también, casos de selfies que han terminado en muerte, como el de aquellos europeos que trataron de tomarse una autofoto en el borde de un acantilado, les falló el equilibrio y cayeron al abismo.

Pero el selfie que a mí me descolocó fue el de una persona que en pleno examen esperó que el profesor se voltease, sacó su palo selfie y se tomó la foto de "yo triunfante y los demás desaprobados", ocasionando que la chica sexy del salón lo mande al carajo y el docente le dé cuatro o cinco patadas verbales y lo expulse del aula por gracioso.

¿Qué indica esta necesidad de figurar lindante con el ridículo? ¿Ganas de llamar la atención ante un entorno cercano que sentimos nos ignora? ¿Ganas de mostrarse superior a los demás al estar a "la última moda tecnológica"?

Todo un enigma el selfie y lo tenemos tan cerca. Más cerca que cualquier ovni, aunque eso sí, con harto marciano.

martes, 14 de julio de 2015

Verano en las playas de Tacna (Boca del Río).

El día de ayer me enteré sobre la propuesta de convertir una parte de Morro Sama en una zona de circuito turístico, para así beneficiar a los pescadores del lugar cuya economía es bastante frágil. No conozco el lugar, pero recordé mis veranos en las playas de Sama (algo más al sur) y específicamente en el Balneario de Boca del Río.



La primera vez que llegué fue en 2006 y tuve una mezcla de enamoramiento y curiosidad por la playa y el mar a partes iguales. Es un lugar bastante tranquilo y que, a pesar de tener las playas preferidas por la población tacneña, nunca llega ni de lejos al agolpamiento de gente de la mayoría de playas limeñas. Siempre encontrarás dónde clavar la sombrilla (¡oiga!) y cosas interesantes que ver, así como la tranquilidad que se necesita para meditar.





Una de las peculiaridades de estas playas es que tienen muchos roqueríos. Y aunque esto pudiera parecer incómodo, posibilita que se formen algunas pozas donde remojar los pies sin temor a que te revuelquen las olas y, además, son el hogar de multitud de moluscos y pequeños pecesillos, que después de unos meses de crecer se adentrarán en el oceano para que tú los hagas ceviche y acompañarán con sus aletazos el ir y venir de las olas.











De hecho, es común que los pecesillos se acerquen a los pies de quienes se adentran en las pequeñas pozas y los llenen de pequeños y cariñosos besitos marinos. En realidad, claro, no es que te estén dando el amor de Poseidón sino que siempre tenemos hongos microorganismos y ellos muy amablemente se los comen para poder llegar a ser grandes y fuertes.




Por supuesto, estas playas también son escenario de algunos conciertos, de fogatas, de chupetas, de bailes... pero de eso no tengo ganas de hablar. Por estas épocas solo me interesa la paz.

sábado, 11 de julio de 2015

La "música de alabanza", un estilo musical nacido en el Perú.

Cuando hablamos de música originada en el Perú, pensamos inmediatamente en el huayno, la música criolla, la música afroperuana, la marinera o la chicha. Pero, con ritmos sencillos y rápidos, con saltos ad maiorem Dei gloriam y letras de exaltación a la divinidad, hay un anónimo estilo musical que viene recorriendo buena parte de las iglesias evangélicas populares del interior del país y que, incluso, ya llegó a un par de países vecinos.


En sí, nadie sabe cómo se llama. No tiene un nombre definido y a nadie parece importarle darle uno. Hace meses envié un mensaje de texto a "Brillante 93.4" una radio pirata cristiana que emite este tipo de música en su programación preguntando "¿cuál es el género musical de estas canciones?" y la respuesta al aire fue "No entiendo hermano, son alabanzas".

Pero digan lo que digan, estamos frente a un estilo musical nuevo y particular. Aquí algunas de sus características:

- Así la canción tenga una letra esperanzadora y alegre, la voz tiene que ser lastimera.
- Si en el video no hay baile o saltos, no es.
- El instrumento que más resalta (o bueno, el único o casi único) es el teclado. No hay guitarras eléctricas como en la chicha ni arpa como en el huayno.
- No hay solistas, siempre son "Ministerios de alabanza" mixtos, si bien es más común que quienes canten sean varones.
- La canción no inicia de frente, sino que suele escucharse una voz en off que dice algo al estilo "El pueblo de Dios te clama oh Señor" o "El ministerio de alabanza y adoración tal" con una música de fondo tendiente a crear expectativa.
- La escenografía de los videos es, casi siempre, en un jardín o campo. La calidad de los videos suele ser pobre, aunque hay excepciones.
- La letra es repetitiva, no más de dos pequeñas estrofas y un coro que se repite una y otra vez. Esto posibilita que el mensaje sea claro y de fácil recordación. Muy adecuado.
- Nace dentro de iglesias evangélicas de tipo pentecostal de pequeñas denominaciones locales, principalmente en el área urbano marginal de las grandes ciudades como Lima Este, ciudades de la sierra o áreas semi-rurales. Aclaro que surge entre los pentecostales porque no me imagino a un bautista o un metodista cantando, bailando y saltando con esa vitalidad. Sin embargo, hay fundadas pruebas de que se inició, al menos en su forma original, en la AEMINPU (los Israelitas del Pacto Universal de Ataucusi) y que posteriormente fue adoptada por los evangélicos. Incluso algunas canciones también fueron versionadas. Como ejemplo, este exitazo:



En mi opinión, creo que este estilo musical es una muestra más del ingenio peruano que sabe cómo salirse con la suya cuando tratan de imponerle "normas" que lo limitan. Ante la prohibición de la música "mundana" por parte de muchos pastores fanatizados debido a su "mensaje pecaminoso", el pueblo evangélico no podía dejar reprimidos sus naturales deseos de cantar y bailar, así que fue naciendo un estilo musical con el que podían hacerlo sin sentirse culpables y sin que el pastor del barrio pueda decir nada. De hecho, ahora hasta se toca dentro de varias iglesias y con el auspicio de las mismas.

Independientemente de que uno concuerde o no con sus creencias o estilo, me parece algo digno de resaltarse como una prueba más de que el peruano es creativo y trata siempre de darle su toque personal a todo aquello que adopta. Quizá las iglesias protestantes están haciendo disminuir la asistencia a algunos bailes y celebraciones católicas, pero el pueblo creyente, de todas maneras, encontró un sustituto para demostrar su nueva fe.

sábado, 4 de julio de 2015

#HastaSiempreMilenio3


La madrugada del domingo 21, exactamente a las 04hrs del tiempo español, el pitido del reloj de la emisora anunciaba el final de un programa y el inicio de una leyenda: Milenio 3.

Ha sido más de una década al aire (desde junio de 2002) y sorprende pensar que el programa solo estuvo pensado para cubrir un espacio de verano, como una suerte de experimento en unos años en los que el "misterio" no era un tema muy bien visto. Yo mismo lo recuerdo. Los 90s fueron una etapa en la que si alguien decía que le interesaban los temas paranormales o el fenómeno ovni la respuesta que encontraba era la burla, la risa o la mirada compasiva. Años de embaucadores, falsos contactados e iluminados de todo tipo habìan ocasionado esa mala imagen.

Y fue gracias a personajes como J.J. Benítez, el desaparecido Dr. Jiménez del Oso, Enrique de Vicente, Miguel Blanco y, por supuesto, Iker Jiménez, que, al menos en el ámbito del habla hispana, estos temas empezaron a verse con respeto, como una posibilidad de investigaciòn con visos de realidad y no solo como cuentos para meter miedo o engañar a los demás.

Y fue precisamente Iker Jiménez junto con todo su equipo (Carmen Porter, Santiago Camacho, el ya mencionado Enrique de Vicente, Clara Tahoces, etc) quien, quizá sin proponérselo, emprendió la gran tarea de devolverle la dignidad a este vapuleado "mundillo" (en el buen sentido de la palabra) que vió, además, incrementar el número de investigadores, ayudado por supuesto por la posibilidad de interacción masiva que el auge de internet y las redes sociales brindaban.

Pero no es solo eso, el programa tenía una mística especial. Empezaron a surgir clubes de fans, las "bendiciones milenarias", términos que se popularizaron en el mundo del misterio ("campana de irrealidad", "los visitantes", etc) y la gente se comunicaba con el programa no solo para contarles sobre la aparición o el avistamiento tal sino para comentar que estaban pasando por momentos difíciles (o felices, incluso nacimientos) en sus vidas y el programa les daba aliento, como el caso de los soldados españoles destacados en Afganistán que escuchaban los programas en podcasts para distraer la mente por las noches o aquel hombre que, estando en una gran depresión y pensando suicidarse, se dió ánimos al escuchar una edición del programa que le llegaba desde una radio cercana y desistió de su intención. Hace unos meses escribía para contar que ahora escucha el programa con total agradecimiento y acompañado de su pequeño hijo.
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Vicente Fuentes, investigador español agradeciendo a Milenio 3.
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A mí también me pasó algo importante: Desde que empecé a escuchar Milenio 3 y otros programas dedicados al misterio, dejé de sentirme un bicho raro a causa de los temas que me apasionan. Y si alguien aún se burlaba, poco o nada me importó: ahora sabía que somos millones de personas en el mundo con la inquietud de saber qué hay más allá. Y cada día vamos aumentando. La nueva era está despertando las conciencias.

Por supuesto también hubo muchas ocasiones en las que encontrándome solo en algún camino o en mi habitación tras un problema, el programa me acompañó bastante. Pocas cosas te acompañan tanto y tan bien como el misterio, si encuentras la luz que hay detrás de él.

Le iba comentando sobre estos temas a mis amigos y poco a poco la burla o el escepticismo se convertían en curiosidad. Al final terminábamos en grandes conversaciones y me confesaban casos personales ligados a esta temática. O terminábamos visitando algún lugar de poder como Chilca o algún cementerio o casa antigua para intentar percibir aquellas realidades que escapan al ojo distraído.
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Pero así como este mundo es misterioso, Milenio 3 decidió irse de las ondas de la misma forma: en el momento menos pensado. Ni Iker ni nadie del equipo han aclarado el porqué de la decisión y los tuits y comentarios en redes preguntándoselo no han parado de escribirse en toda la semana. Se dice que lo hizo por preferir la televisión, lo que él ha negado. O que lo hizo para dedicarse a su familia. Sea como sea, aseguró que seguiremos teniendo noticia de sus investigaciones por algún medio todavía sin determinar. Y aún si no fuera siempre así, la semilla ya está sembrada y solo nos queda agradecer escuchando "The dragon" de Vangelis, "Millennium" de Hans Zimmer o alguna otra de las canciones características del programa, recordando alguna de las historias que perduran en los podcasts subidos a internet o, simplemente, sintiéndonos afortunados de tener la sensibilidad necesaria para dejar de lado la comodidad de lo cotidiano y superficial, maravillándonos con lo que está más allá de la engañosa certeza material. Gracias y hasta siempre, Milenio 3.

P.D: Puedes escuchar un podcast que hice sobre el final de Milenio 3 para mi página de audios del misterio haciendo click aquí.