Eterno verano.

miércoles, 19 de junio de 2013

El campo en la ciudad.

Uno de los muchos recuerdos de mi etapa escolar es el de las, conforme pasaban los años, cada vez más comunes horas libres, ocasionadas porque no le pagaban a los profesores. Era un colegio particular (digo "era" porque dejó de existir al poco de mi egreso, a mediados de la década 0) con serios problemas económicos causados por el despilfarro que del dinero hacían los hijos del dueño, aprovechando que éste se encontraba mal de salud. Pero no voy a hablar de esos hechos, sino de cuando descubrí un mapa de la primera década del siglo XX, mientras exploraba la parte antigua del colegio con unos compañeros. Estaba colgado en la pared, bastante descolorido y sucio, pero se veía perfectamente. Mostraba cómo era el valle del Rímac antes de la expansión urbana que comenzó en la década del 40. Y así pude conocer, al menos por letras, que Canto Grande alguna vez fue las Pampas de Canto Grande, que el río Surco alguna vez fue un cauce mediano lo suficientemente importante como para ser señalado y que el valle estaba salpicado de pequeños pueblos como Higuereta (en donde ahora se alzan edificios, supermercados y un óvalo) o Cuadrado (en algún lugar entre Barranco y Chorrillos) además de campos de cultivo, puquios, acequias, vías férreas de tranvías, haciendas, cerros despoblados y un río Rímac bastante más ancho que el actual, muy probablemente conteniendo camarones. Al norte, los pantanos de Ventanilla se diseminaban por una gran extensión y llegaban hasta el mar, mientras que al sur, las lagunas de Villa ocupaban gran parte de lo que hoy es Chorrillos.

Todo esto desapareció en un lapso de dos a tres décadas. Aún persiste la asociación de cemento con progreso, traduciéndose en la desaparición de las áreas agrícolas (además, personalmente, creo que el hecho de que la migración proviniera principalmente de áreas agrícolas pobres, hizo que esas personas destruyeran rápidamente las tierras de cultivo limeñas y las reemplazaran por viviendas, como una manera de afirmarse como seres urbanos, en negación de un pasado rural tenido como inferior). Los pocos árboles que se conservaron en medio de la ciudad fueron principalmente palmeras, especie importada y que no contribuye ni a la oxigenación ni a la sombra, mientras que el verde de la hierba nativa fue reemplazado por pasto ornamental. Las acequias fueron encajonadas primero y clausuradas después, con alguna excepción como la del río Surco (en realidad un canal prehispánico) y una prueba de lo acelerada y poco planificada que fue la urbanización es que hasta hoy, de cuando en cuando, ese "río" y alguna que otra acequia se desbordan o hay casos de hundimiento de terreno en áreas que fueron rellenadas sobre antiguas lagunas, como en Villa. Pero el ejemplo más palpable del poco tiempo que nos separa de la etapa agrícola de nuestro valle es que basta que se rompa un trozo de cemento en la ciudad para que en esas rendijas crezca vegetación de todo tipo. La tierra es muy fértil y si algún día, al estilo de la serie "La tierra sin humanos", la ciudad quedara deshabitada, sería rápidamente ganada por el color verde nuevamente.

Hasta hace menos de dos años aún quedaba una última comunidad agrícola en el valle: El Ayllu, ubicada en una ex hacienda a espaldas del Aeropuerto Jorge Chávez, pero fue finalmente desalojada para ampliar las pistas de aterrizaje, algo que en mi humilde opinión, se hizo no por necesidad sino para cumplir con esa estúpida monería de querer figurar en algún récord: "la mayor pista de aterrizaje", "la mayor cantidad de aviones", etc, ya que aquí más les importa ganar una medalla gringa que conservar el modo de vida de un grupo de personas auténticamente peruanas.

Pero más allá de ese lugar, aún subsisten algunas pequeñas manchas verdes en medio de la metrópoli. He podido conocer algunas, como la pequeña mancha verde (en realidad una hilera de maíces y otras plantas a la orilla de una acequia) en Prolongación La Castellana, en Santiago de Surco, de la cual hablé en mi anterior blog, además de algunos árboles de pacae, higo, maíz y cactus que salpican la zona antigua de ese distrito, junto a una que otra cruz de camino. Más allá de eso, aún quedan las lagunas de Villa como zona reservada y los pantanos de Ventanilla, cada vez más reducidos, ya que solo una pequeña parte está cercada y protegida, mientras que el resto es invadido, lotizado y secado.

Conforme las rutas de mi mágica aventura del hueveo se van ampliando, tropiezo con algunas manchas en Lima Norte. Resulta que la expansión urbana aún no ha culminado en distritos como Puente Piedra, Comas, e incluso Los Olivos y así es como se puede encontrar una pequeña área agrícola aún en funcionamiento en la Segunda de Pro, al lado de carteles de inmobiliarias con nombres cachacientos del tipo "Lima Verde" y árboles evidentemente de campo alrededor de la Panamericana Norte en Puente Piedra, además de acequias muy descuidadas, plantas de maíz y pequeñas parcelas agrícolas cada vez más rodeadas de edificios, invasiones, etc. Una amiga me dijo que existe aún un puquio cerca al río Chillón, pero no me consta.

Tu blog que te quiere y te engríe quiere en esta ocasión dejar constancia de algunas de estas últimas manchas verdes que en el corto o mediano plazo desaparecerán, para que no las veas solo como aguas estancadas, focos de dengue o maizales de gente anticuada que se niega a "progresar" y urbanizarse. Son los últimos lugares verdaderamente verdes de la ciudad y se pierden porque nuestro modelo de progreso sigue asociado a la aglomeración y el concreto de Manhattan o Singapur (y aún estas ciudades tienen algunas grandes áreas verdes, como el caso del Central Park de más de 3 kilómetros cuadrados, en la primera). Si las aguas se estancan, no circulan y generan focos de dengue, es simplemente porque alguien construyó más arriba o echó basura y cortó su fluir. La culpa no es de la naturaleza: una vez más es de nosotros.


Área de cultivo en la Segunda de Pro, junto a la Panamericana Norte.

Un agricultor camina entre sus últimos sembríos. Al fondo,  una urbanización.


Hasta hace unos años formaban parte de los campos de cultivo anteriores. Fueron secados y ahora son un basural.

Se puede apreciar basura en los límites del campo de cultivo arrojada por los transeúntes que caminan por el borde de la carretera Panamericana, que está en el lugar desde el que tomé la fotografía.



El avión que da la bienvenida en la avenida Trapiche, sobre ex zona agrícola.

Paneles de inmobiliarias y tras ellos, una pequeña área de cultivo.

Acequia con agua estancada y llena de basura, rodeada de vegetación, en Puente Piedra.

Maizales a un lado de la Panamericana Norte.

Árboles a un lado de la Panamericana Norte.

Acequia y vegetación, rodeada de restos de materiales de construcción.

Camino rodeado de árboles a un lado de la Panamericana Norte en Puente Piedra.

Coliseo (?) abandonado con sembríos y maizales atrás.

11 comentarios:

  1. Bonito post, uno de los muchos que me han gustado. Sim embargo aunque en su mayoria tienes razon, tal vez en lima no halla muchos campos de cultivo, pero cuando vas rumbo a cañete vez muchisisisimos a lo largo de la carretera parecidos a estos. Al parecer Lima quedo pequeña para toda la gente que vive a vivir.


    Saludos Fer.!

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    1. Claro, porque en la costa hay 52 valles y todos tienen áreas agrícolas. Pero no porque haya más de 50, va a dejar de ser malo que se destruyan los tres sobre los que está constituida la provincia de Lima.

      Saludos :)

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  2. Hola Fernando, me encantó el post. Tiene razón Sweet, rumbo a cañete hay un montón. Es una pena como a veces se le da preferencia al crecimiento de una pista de aterrizaje como lo que pasó en el Ayllu, de verdad es lamentable.


    Saludos!

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    1. Sí pues, aquí se prefiere todo lo que beneficie el ego o el bolsillo de las clases dirigentes.

      Saludos :)

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  3. Buena entrada!, sin duda el progreso trae sacrificios, la disminución de las aéreas verdes y el avance del cemento cambia el paisaje de una manera brutal, hay una tienda fotográfica en Lampa que tiene fotos de antaño, de casi todo lima y la compara con fotos actuales, una joya realmente! Yo vivo al sur y tengo fotos de cómo es la avenida Thomas Marsano (se escribe así?) antes y después del tren eléctrico, con el tiempo se convertirán en un testimonio histórico. Lo que me apena es la forma desordenada en la que crece Lima y lo que antes eran chacras son ahora pistas y cemento. Muy buena entrada.

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    1. Conozco esa tienda :D Siempre me han llamado la atención esas fotos, cuando tenga algo de dinero compraré algunas :D

      La avenida es Tomás Marsano. La conozco porque está en Surco y yo vivo en el distrito del costado xD

      Sí pues, el problema es que Lima ha crecido desordenadamente y no hubo mano firme ni voluntad política de frenar o al menos ordenar las invasiones cuando recién se estaban produciendo. Leí un libro sobre la historia de Collique y ahí se ve claramente cómo es que la población de esa zona de Comas fue llegando en varias oleadas sucesivas, por lo que podría haber sido controlada, pero no le dió la gana a las autoridades. Al final me parece que a los políticos les conviene que haya más gente, porque son potenciales votantes, sobretodo si es que son pobres y les das algún tipo de asistencialismo.

      Saludos :D

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  4. Cuando voy de viaje al norte siempre las veo, es curioso ver esas chacritas y a ambos lados la ciudad jaja.

    El progreso también tiene desventajas, prefiriría seguir con los tranvias que con la mierda de combis

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    1. Sí pues. Sacaron los tranvías con la excusa de que "los automóviles son el progreso" y no se ponen a pensar (o no les conviene) que en Europa hay ciudades mucho más "modernas" que Lima y siguen teniendo tranvías y ferrocarriles.

      Saludos.

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  5. hace mucho tiempo cuando era niño y vivia en Vitarte, la Marina compró un terreno amplio que ofreció a sus afiliados. Mi padre tecnico de la marina de Guerra, compró un terreno.
    creo que hubo algunos problemas, porque un día, ese terreno nuevo tenia que ser desalojado, pero no habia nada era una inmensa chacra donde se cultivaba varioas cosas.
    Recuerdo haber ido hasta el Callao (donde ahora vivo) a 'cosechar' y desalojar por fin al propietario, el terreno era de la Marina, y sería lo que ahora es mi urbanización.

    Regresamos con gran cantidad de zanahorias, y despues de unos años llegamos a vivir ahi. Desde cero, desde una casa con esteras y un baño que en realidad era un silo. Con tierra por todas partes, y construyendo una casa desde las zanjas para las paredes y columnas hasta lo que es hoy mi casita.
    Y claro el campo que existía ahi, ahora es una serie de urbanizaciones.

    Asi avanza la ciudad, urbanizándola. La ciudad no da tregua a los campos, el valor de esas tierras es mucho más alto que siendo agrícola, en todo caso es el (pequeño) sustento de los propietarios que lo habitan.

    La ex hacienda detras de Jorge Chavez, era como un punto enclavado en el tiempo, cosa rara, lamentablemente no existirá más. Hubiera sido bonito que algo quede en plena Lima, para recordarnos que no siempre fue cemento nuestra ciudad.
    Pero asi es la vida pues
    =(

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    1. Sí, si he escuchado de esa zona, tengo una compañera que vive en el límite entre SMP y el Callao y su jardín aún tiene un árbol de cuando el terreno era una chacra.

      Claro, la ciudad avanza urbanizándola, pero alguna vez escuché que otras ciudades con parecida o más población que Lima ocupan mucha menos área. La diferencia está en que su expansión fue planificada. Mientras aquí el que quiere viene y planta su estera donde quiere y agarra los metros que le da la gana, ya sea por necesidad o para traficar las tierras (bastante común) sin que la autoridad haga algo, en otros países se ha crecido hacia arriba, con edificios, y así es como, por ejemplo, Singapur, a pesar de quedar en una isla, sigue manteniendo zonas verdes reservadas en buena parte de su territorio.

      Sí pues, así es la vida. Ni modo. Ojalá el Estado mejore en algo el nivel de vida de las demás regiones para evitar que mientras provincias enteras van quedando despobladas, el valle de Lima esté cada día más lleno de gente.

      Saludos.

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  6. antes entre Chorrillos y San Juan de Miraflores altura del cementerio de la policía al frente había tipo un granja bien bonito entre chacras y vaquitas pero eso desapareció hace 5 años ahora es una residencial... eso da pena porque con el transcurso del los años la demanda de viviendas causa estas cosas. Me agrado tu post. Un gran saludo :)

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