Eterno verano.

domingo, 23 de noviembre de 2014

La taza de Navidad.

Cuando era niño (y aún hoy) esperaba con muchas ansias la Navidad. En ese entonces no tenía mucha conciencia de su real significado y me emocionaba, más que nada, ver a mi familia reunida y aparentemente feliz. Creo que fuí de la última generación de niños que creyó (al menos hasta antes de entrar al colegio) en la existencia de esa obesa fusión entre San Nicolás y la Coca Cola llamado Papa Noel. Hasta que una de tantas navidades pillé a mi papá dejando los regalos en la habitación mientras mi mamá intentaba distraerme. No representó ningún choque porque me pareció más emocionante ver a mi papá, persona de pocos detalles, dejándome regalos. Por eso, el día que tenga hijos, les diré claramente que los regalos navideños se los damos sus padres, sus tíos o sus abuelos y no personajes imaginarios auspiciados por transnacionales.

Con motivo de la Navidad, mis padres y tíos me regalaron muchas cosas interesantes y que aún hoy me gustaría tener: Juegos de Lego, robots de juguete, carritos, un helicóptero a control remoto, dos trenes a pilas que armaba en el suelo de la sala, libros, ropa, una cámara de fotos, etc. Pero curiosamente, el único regalo que continué utilizando hasta casi los 20 años de edad fue el más humilde de todos: una taza navideña.

Era roja con verde y tenía una figura de Papa Noel sobre su trineo. La utilizaba para el desayuno, los refrescos o el café de la cena. Siempre estaba presente, a un lado del lavatorio de la cocina, lista para otro uso.

Hasta que un día cayó al piso, rompiéndose. Si por mí fuera la hubiera pegado y guardado como recuerdo, pero mi mamá, bastante más práctica, la botó cuando yo no estaba, si bien debo ser sincero y decir que en ese momento no me afectó mucho.

Fue hoy, más de siete años después, cuando, tras realizar compras en un centro comercial encontré el anuncio de unas tazas navideñas al humilde precio de S/. 2.50. Vino el recuerdo y compré una. No se parece a la que tenía pero es un pequeño regalo simbólico que quiero hacerme a mí mismo. También había un tren de juguete con grandes rieles a precio módico que me provoca comprar.

Dicen que siempre es bueno engreírse a uno mismo. Solemos invitar a nuestros padres, amigos o novias a comer algo o ir al cine pero muchas veces somos nosotros nuestros grandes olvidados. ¿Nos ocupamos de regalarnos un minuto de tiempo frente al mar, un café en algún bonito rincón de la ciudad o ese objeto que tanto nos gustaría tener, cuando tenemos finalmente la oportunidad de adquirirlo?

Para mí, la taza de Navidad representó mucho más que un simple contenedor de bebidas. Representó un regalo acogido con el agradecimiento y la mente nada ambiciosa y sincera de un niño. Representó el amor y el cuidado de unos padres que no solo me aman, sino que en algún momento también se amaban entre sí y que se preocupaban por darme alegrías aún con los más pequeños detalles.

El hecho de regalarme una en estos momentos, cuando las cosas no me van muy bien y estaré unos días solo en casa, representa el compromiso de amor propio de tener siempre momentos de silencio personales para escuchar lo que mi voz interior tenga que decir. De sentirme afortunado por mis logros y por todo aquello que la vida me tenga que dar. Y de siempre, siempre escuchar a mi corazón y regalarle alegrías y bienestar por sobre toda la interferencia y ruido exterior que me pueda rodear e intentar aturdir.

4 comentarios:

  1. yo escojo mis regalos de navidad, jejeje
    fue mi hermana la que rompio la magia de la navidad ella echo a mis viejos! y me hizo descubrir quien traia los regalos! chessss

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    1. Jaja, recuerdo que cuando tenía 10 u 11 años salió el tema de Papa Noel en una conversación con mi mamá y le terminé reclamando por el hecho de no haberme dicho que mi viejo era quien me dejaba los regalos xD

      Saludos.

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  2. En navidad para mi personalmente siempre habra un regalo o engreimiento propio que nos traigan recuerdos de arranque. El unico regalo que recuerdo y aun lo conservo hasta hoy es el osito polar de Coca Cola que me dio mi vieja en el 2006. Asu con recordarlo me salen lagrimas csm :') ... Te Amo Vieja! Y te lo dire en navidad :)

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    1. ¿Nuevo lector?

      Feliz Natividad.

      Saludos y gracias por comentar.

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