Para nadie de mi entorno es un secreto que el fútbol no me llama demasiado la atención, ni para jugarlo ni para verlo. Pero los mundiales, por alguna extraña razón, son una excepción. Una gran excepción.
Viendo el partido Holanda - Costa Rica en el único restaurante que estaba abierto en Salinas de Chilca. |
En época de Mundial me uno, por única vez cada cuatro años, a aquella mancha de gente que se la pasa hablando de fútbol y por única vez no me dan ganas de criticar los paneles de El Bocón (esos que tienen frases como "El fútbol es la única religión que no tiene ateos" o "Dios, mi madre y el fútbol").
Supongo que el primer Mundial del que tuve conciencia fue el de 1994. Mi familia en conjunto lo estaba viendo frente al, en ese entonces recién comprado, televisor Samsung de 14 pulgadas. Todos en mi casa le iban a Brasil, y en efecto, en ese mundial salió tetracampeao.
De hecho por esos días mi tía había sido enviada por la universidad de la que es docente a participar en un curso en Sao Paulo, y cuando regresó me trajo una lata de Coca Cola con el "Brasil tetracampeao" en uno de sus lados. Una auténtica joya que aún debe estar en alguna caja de mi patio. Recuerdo que yo, que en ese entonces tenía algo de siete años, pregunté por qué decía "tetracampeao" y no "tetracampeón", a lo que mi mamá respondió "ay hijo, es que el portugués es un español mal hablado". Fue suficiente para evitar que siga haciendo preguntas (desde niño cuestiono todo lo que veo y saco de quicio a mis familiares, amigos, enamoradas, líderes religiosos, etc).
Del Mundial de Francia 98 no recuerdo mucho, solo que mi tío, el futbolero de la familia, no se perdía un solo partido y que su canción es, para mí, LA canción de los mundiales. El waka waka y similares se pueden ir al carajo frente a "La copa de la vida" de Ricky Martin.
De los demás mundiales guardo uno que otro recuerdo chévere viendo los partidos con amigos, pero este último Mundial ha sido particularmente interesante. He visto la mayoría de los partidos con todas las sorpresas que han deparado, tales como el impresionante papel de Costa Rica (que merecía ganarle a Holanda) y la goleada 7 a 1 de Alemania a Brasil (y que hubiera sido mayor de no ser porque los alemanes, en un gesto que los honra, decidieron no humillarlos más).
Las fotos de Google son tan precisas. |
Aún faltaba el "gol del honor" de Brasil. |
Sí, lo reconozco, yo estuve entre los que vió con morbo la goleada de Alemania a Brasil y pidió que no fueran 7 sino 10 los goles para consumar la humillación (aunque, en contraste, hubiera preferido que gane España y no que sea goleada en la primera fase, pero bueno). ¿La razón? En el fútbol como en otros aspectos de la vida me llega que los ganadores sean siempre los mismos. Todos sabemos que los resultados de los torneos internacionales (y algunos nacionales) no son siempre producto de la superioridad en el campo y ni siquiera del azar o la espontaneidad, sino que la FIFA debe tener alguna injerencia (lo que se notó clarísimo con su insistencia en hacer pasar una y otra vez por el antidoping a los jugadores de Costa Rica, país que, supuestamente, no les reportaría muchas ganancias en cuanto a venta de entradas si hubiese pasado a la semifinal) pero igual se espera que al menos algunas veces su manipulación pueda ser vencida por el verdadero talento deportivo de algún equipo.
Se acabó el jogo bonito y se transformó en lloro feíto. |
La nota desagradable la pusieron los chilenos y brasileños. Tanto unos como otros mandaron al carajo el espíritu deportivo y lo reemplazaron por un fanatismo de lo más estúpido, provocando desmanes ante la eliminación de sus equipos. Y mientras algunos brasileños corrían desesperados arrasando todo a su paso por la playa de Copacabana y usaban al fútbol como excusa para delinquir; al otro lado del mundo palestinos e israelíes se mataban entre sí. Y así, caleta nomás, ya que el mundo estaba más interesado en el rodar de la pelota. Incluso leí que un misil llegó a impactar en un lugar donde estaban reunidos un grupo de personas viendo el Mundial ¡en la propia Franja de Gaza! También en Siria e Irak, el grupo musulmán Estado Islámico, intensificó sus ataques y en el propio Brasil el gobierno se gastó "n" dinero en construir obras descomunales pero improvisadas que intentaran disimular ante los visitantes la pobreza en la que viven millones de brasileños (y tan improvisadas fueron que hasta un puente construido especialmente para el paso de las selecciones mundialistas se vino abajo causando muertos y heridos). Para los ciudadanos de favelas en las cuales la vida no vale nada, el Mundial no les dejará, ni por goteo, mejoras en sus vidas, pero eso sí, muchos de ellos están también idiotizados por los partidos. Porque ojo, una cosa es emocionarse por los partidos y otra muy distinta que los grupos de poder te metan el dedo distrayéndote con el Mundial mientras ellos hacen lo que quieren (algo que también pasó en Perú, donde nos chantaron la aprobación de la Ley Universitaria mientras profesores y alumnos miraban la tele).
En fin, para terminar, solo quiero decir que extrañaré la época mundialista mas no la estupidez que ésta produce en mucha gente. Y que espero que Alemania le gane a Argentina porque los gauchos han estado insufriblemente insoportables desde que le ganaron (de chiripa) a Holanda y ya es hora de que le callen la boca a Marcelo Tinelli y sus cánticos de victoria (aunque nuevamente, me daría morbo ver a Brasil sufriendo al ver a sus eternos rivales los argentinos, campeonando en su estadio, pero no no, olviden eso, que ya parezco otro fanático futbolero más).
Ok, a las 3pm todos a la pantalla gigante del Parque Túpac Amaru de Magdalena a ver la final. Nos vemos. Chau Mundial.
Maracanazo para Argentinaaaaaaaaaaaa!
ResponderBorrarSus bailes y burlas los cagaron, los sepultaron ante el público que notó CERO humildad en ellos, lo más irónico es que ni siquiera jugaron con Brasil!! se burlaron de un dolor totalmente ajeno a ellos, de los lesionados y en fin. LA CAGARON. Ni su selección supo dar el ejemplo.
Ahora solo esperar 4 años :(
Saludotes!