La madrugada del domingo 21, exactamente a las 04hrs del tiempo español, el pitido del reloj de la emisora anunciaba el final de un programa y el inicio de una leyenda: Milenio 3.
Ha sido más de una década al aire (desde junio de 2002) y sorprende pensar que el programa solo estuvo pensado para cubrir un espacio de verano, como una suerte de experimento en unos años en los que el "misterio" no era un tema muy bien visto. Yo mismo lo recuerdo. Los 90s fueron una etapa en la que si alguien decía que le interesaban los temas paranormales o el fenómeno ovni la respuesta que encontraba era la burla, la risa o la mirada compasiva. Años de embaucadores, falsos contactados e iluminados de todo tipo habìan ocasionado esa mala imagen.
Y fue gracias a personajes como J.J. Benítez, el desaparecido Dr. Jiménez del Oso, Enrique de Vicente, Miguel Blanco y, por supuesto, Iker Jiménez, que, al menos en el ámbito del habla hispana, estos temas empezaron a verse con respeto, como una posibilidad de investigaciòn con visos de realidad y no solo como cuentos para meter miedo o engañar a los demás.
Y fue precisamente Iker Jiménez junto con todo su equipo (Carmen Porter, Santiago Camacho, el ya mencionado Enrique de Vicente, Clara Tahoces, etc) quien, quizá sin proponérselo, emprendió la gran tarea de devolverle la dignidad a este vapuleado "mundillo" (en el buen sentido de la palabra) que vió, además, incrementar el número de investigadores, ayudado por supuesto por la posibilidad de interacción masiva que el auge de internet y las redes sociales brindaban.
Pero no es solo eso, el programa tenía una mística especial. Empezaron a surgir clubes de fans, las "bendiciones milenarias", términos que se popularizaron en el mundo del misterio ("campana de irrealidad", "los visitantes", etc) y la gente se comunicaba con el programa no solo para contarles sobre la aparición o el avistamiento tal sino para comentar que estaban pasando por momentos difíciles (o felices, incluso nacimientos) en sus vidas y el programa les daba aliento, como el caso de los soldados españoles destacados en Afganistán que escuchaban los programas en podcasts para distraer la mente por las noches o aquel hombre que, estando en una gran depresión y pensando suicidarse, se dió ánimos al escuchar una edición del programa que le llegaba desde una radio cercana y desistió de su intención. Hace unos meses escribía para contar que ahora escucha el programa con total agradecimiento y acompañado de su pequeño hijo.
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Vicente Fuentes, investigador español agradeciendo a Milenio 3. |
A mí también me pasó algo importante: Desde que empecé a escuchar Milenio 3 y otros programas dedicados al misterio, dejé de sentirme un bicho raro a causa de los temas que me apasionan. Y si alguien aún se burlaba, poco o nada me importó: ahora sabía que somos millones de personas en el mundo con la inquietud de saber qué hay más allá. Y cada día vamos aumentando. La nueva era está despertando las conciencias.
Por supuesto también hubo muchas ocasiones en las que encontrándome solo en algún camino o en mi habitación tras un problema, el programa me acompañó bastante. Pocas cosas te acompañan tanto y tan bien como el misterio, si encuentras la luz que hay detrás de él.
Le iba comentando sobre estos temas a mis amigos y poco a poco la burla o el escepticismo se convertían en curiosidad. Al final terminábamos en grandes conversaciones y me confesaban casos personales ligados a esta temática. O terminábamos visitando algún lugar de poder como Chilca o algún cementerio o casa antigua para intentar percibir aquellas realidades que escapan al ojo distraído.
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Pero así como este mundo es misterioso, Milenio 3 decidió irse de las ondas de la misma forma: en el momento menos pensado. Ni Iker ni nadie del equipo han aclarado el porqué de la decisión y los tuits y comentarios en redes preguntándoselo no han parado de escribirse en toda la semana. Se dice que lo hizo por preferir la televisión, lo que él ha negado. O que lo hizo para dedicarse a su familia. Sea como sea, aseguró que seguiremos teniendo noticia de sus investigaciones por algún medio todavía sin determinar. Y aún si no fuera siempre así, la semilla ya está sembrada y solo nos queda agradecer escuchando "The dragon" de Vangelis, "Millennium" de Hans Zimmer o alguna otra de las canciones características del programa, recordando alguna de las historias que perduran en los podcasts subidos a internet o, simplemente, sintiéndonos afortunados de tener la sensibilidad necesaria para dejar de lado la comodidad de lo cotidiano y superficial, maravillándonos con lo que está más allá de la engañosa certeza material. Gracias y hasta siempre, Milenio 3.
P.D: Puedes escuchar un podcast que hice sobre el final de Milenio 3 para mi página de audios del misterio haciendo click aquí.
No sea demasiado larga pesar de que la puerta está cerrada, ya que todavía puede haber puertas abiertas una oportunidad más para usted
ResponderBorrarOtro virus más...
BorrarVivimos en un tiempo en que los medios de comunicación se proponen adormecer conciencias y no puedo creer que uno de los pocos programas que despertaba del letargo a millones de personas haya desaparecido. Iker se equivocó si piensa que la televisión es una buena elección en lugar de la radio.
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