Ayer, mis labores de tramitólogo (porque en estas prácticas preprofesionales lo que básicamente me mandan es tramitar esto o aquello) me llevaron a un lugar del distrito de Pueblo Libre y, después de terminar mis labores, decidí pasar por un puestito de ceviche que parecía tener bastante afluencia de gente, ubicado en el cruce de las avenidas Sucre y Bolívar. Ví que tenía el logo de la Municipalidad del distrito, así que pensé que al no tratarse de un informal debería cumplir con un mínimo de higiene. Grave error.
El señor que atendía, con cara de molestia, cogía todo con la mano. Desde los trozos de pota o pescado que se caían a la mesa (para echártelos de nuevo al plato), pasando por el limón que exprimía y terminando por el chicharrón de calamar. Y con esa misma mano recibía después el dinero que le daba la gente, como puede inferirse de la primera foto, donde una señora ya alista el billete del pago.
Tampoco voy a ser mezquino y decir que el ceviche estuvo feo, porque me pareció medianamente bueno, pero eso no quita que pueda ser un peligro para la salud. El platito está a S/.5 e imagino que el secretito del sabor es la esencia de los dedos de su creador.
jajajaja que asco! yo evito comer en puestos porque la verdad el poco espacio no les permite mantner las adecuadas normas de higiene.
ResponderBorrarY yo que soy facilmente intoxicable prefiero evitarme estos problemas que la ultima vez que me paso casi muero en ayacucho.
Gary solo va al Gloria :)
ResponderBorrarAristio.