La semana pasada caminaba por la Avenida Emancipación cuando llamó mi atención la presencia de un cartel y dos personas recolectando firmas para un proyecto de ley que contemplaría la castración química como pena para los violadores. Mucha gente se iba acercando a dejar sus datos y firma tras proferir frases del tipo "castren a esos malditos". Interrogué al señor que sostenía el kit sobre quién era la autora del proyecto y me dijo que se trataba de una "luchadora social y ex candidata al congreso por provincia".
Buscando en internet, encontré que se han comprado kits para otras interesantes iniciativas como la reducción del mandato de los congresistas (todos sabemos que nunca va a ser aprobada por los vividores esos) o la despenalización del aborto (las feministas no se cansan de que les archiven esa propuesta).
Pero ¿es la castración química un método efectivo? Grosso modo podemos afirmar que no, porque requiere 1. Que el maldito infeliz angelito consienta libremente que se le aplique (ya sabemos que así sea una lacra "tiene derechos humanos"), 2. El medicamento debe ser inyectado/aplicado cada cierto tiempo, de lo contrario los efectos se revierten, 3. En algunos casos, si el individuo posee la suficiente fuerza mental, puede de todas maneras tener fantasías eróticas, autoestimularse, lograr una erección y volver a violar, 4. Tienen efectos secundarios que van desde el acné severo, pasando por la depresión y terminando en la aparición de características femeninas (a ninguna persona de bien le interesa lo que le pase a esas porquerías, pero ya sabemos... "los derechos humanos").
Sinceramente, yo creo que en lugar de gastar en medicamentos, deberían hacerse las cosas a la antigua, castrarlos con unas tijeras de sastre quirúrgicamente y santo remedio. Efectivo, irreversible y que paguen por su delito forever and ever.
Aquí les dejo algunos enlaces para que valoren por sí mismos si es que la castración química es un remedio efectivo para estos enfermos. Den click en cada enlace.