Eterno verano.

martes, 7 de enero de 2014

Tradicionalistas vs. Modernistas.

(O "de cómo la gente ni se acuerda de Dios por andar preocupado por si el mantel de la misa debe tener flecos o borlas).

El tema de hoy iba a ser otro, digamos, más entretenido, pero la aparición en mi muro de Facebook de una disputa virtual entre Alejandro Bermúdez Rosell (el laico católico peruano estrella de Aciprensa y EWTN) y el padre Antonio Girard, creador de "Conoce tu fe católica", me hizo escribir algo al respecto.

El Papa mandó "armar lío" y vaya que algunos se lo han tomado al pie de la letra. "Gusano", "semi gay"... creo que eso no le gustaría a Francisco, a quien Bermúdez defiende a capa y espada.
"Tu Jesús es un hippie afeminado" o "solo los machos machazos entrarán al Reino de los Cielos" (y de paso, se zurra en la cita bíblica, porque "él sabe más").
El padre Antonio enfrentando al modernismo del "todo vale, incluyamos hasta a Mahoma".
Siempre he criticado a los Testigos de Jehová por su obsesión de "rendir la adoración perfecta", porque creen que si no siguen a pies juntillas lo que dice el "esclavo fiel y discreto" (o sea, sus jefes máximos en Estados Unidos), eres un apóstata y no te salvarás. Pero en los últimos tiempos reparé en conductas igual de extremas dentro del propio catolicismo. Esto no viene desde ahora sino desde, por lo menos, el siglo XIX. En 1870 se promulgó el dogma de la infalibilidad papal o "soy el Papa y hago lo que quiero" y un grupo de católicos lo rechazó, haciéndose llamar "viejos católicos" y actualmente aún existen, aunque en pequeño número, y principalmente en Europa, agrupados en torno a la "Unión de Utretch". Han tenido acercamientos con las iglesias ortodoxas (algo muy lógico, pues son la rama más antigua y original del cristianismo) y también (grave error) con los anglicanos, en una unión antinatural por donde se le mire, pues los que más despropósitos han estado haciendo al cristianismo en las últimas décadas son los de la Iglesia de Inglaterra, que por algo se está quedando sin fieles.

Un segundo gran grupo se distanció del catolicismo en la primera mitad de los 60s, tras el Concilio Vaticano II que introdujo cambios verdaderamente radicales en la misa. Ya no se celebraría más en latín sino en la lengua de la región o país, ya no sería con el sacerdote mirando al altar, ya no se recibiría únicamente la comunión en la boca y de rodillas sino también en la mano, se reconocería que la Iglesia Católica no era la única, sino que habían partes de verdad en las otras iglesias y religiones. Y así es como Juan Pablo II besó el libro que más muertes ha causado en la Historia (o sea el Corán), invitó a hinduistas, budistas y de religiones africanas a celebrar juntos y empezó a llamar "hermanos mayores" a los judíos. Sí, a esos que los católicos siempre llamaron "pérfidos judíos que deben ser convertidos". Demasiado para un católico a la antigua. Y muchos, sacerdotes incluidos, partieron y empezaron a llamar apóstata a la "Roma modernista".

Algunos aceptaron que el que estaba en Roma era en verdad el Papa, pero estaba en error doctrinal. Otros, conocidos como "sedevacantistas", concluyeron que el papado estaba vacante y que quien estaba en Roma era un usurpador. Se formaron distintos grupos como la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, que encontraron fieles en distintos lugares del mundo. Desde Roma los excomulgaron. Su delito: Haber querido entender y celebrar el catolicismo como siempre lo habían hecho.

Y ahora, con el Papa Francisco y su peculiar forma de mostrar el cristianismo (un poco light y para dummies a fin de que todos lo entiendan) estos grupos se han vuelto a poner especialmente activos. De ahí nace el surgimiento de la pelea entre Bermúdez y Girard. El primero defiende a capa y espada que así Francisco diga que la Tierra es plana, es el pontífice infalible y si estás contra él, te pudres. Es más papista que el Papa. El segundo defiende la posición tradicionalista, esa que cree que en el templo todos deben ser unos palos y que bailar es del diablo (para ellos, movimientos como la Renovación Carismática o la sola inclusión de una guitarra en la misa son tremendas herejías, como si en la Biblia no se dijera que David danzó para Dios y le cantó, además del uso de instrumentos festivos en el culto en el Antiguo Testamento). Y ambos se acusan de estar equivocados, no porque uno crea y adore sinceramente a Dios y el otro no, sino por cosas totalmente secundarias y hasta accesorias.

Por el lado de los católicos tradicionalistas sedevacantistas surgió hace algunos años en la ciudad argentina de San Luis, una radio. Se llama Radio Cristiandad y tuvo tanta acogida en la FM que extrañamente fue cerrada por las autoridades. Se sospecha injerencia del clero católico local. Pero las emisiones han continuado por internet junto a un blog que no se calla nada y arremete contra el Papa Francisco tildándolo de todo lo negativo. Que porque abrazó a una monja, que porque dijo que Jesús fingía que se molestaba, que porque dijo que él no es nadie para juzgar a los homosexuales. Y especialmente atacante es el bloguero Osko, que no se calla nada y le da como a su peor enemigo con todo y un poquito de insultos.


Definitivamente él no hubiera escogido a Francisco como "Personaje del año 2013".
Extracto de uno de sus posts.
Pero no creamos que solo la Iglesia Católica Romana tiene estos problemas. En el Oriente del mundo, las iglesias ortodoxas también los han tenido. Aquí el panorama es más complicado. Separemos los grupos:

1. Por un lado tenemos a los ortodoxos veterocalendaristas. Surgieron a inicios del siglo XX, cuando varias iglesias ortodoxas dejaron de utilizar el calendario juliano tradicional para sus usos litúrgicos y empezaron a emplear el gregoriano. Los veterocalendaristas creyeron que Dios se iba a molestar si no se celebraba la Navidad y otras fechas en el día de siempre y ocurrió el cisma. Por supuesto, nadie les hizo recordar que Jesús no nació el 25 de diciembre ni tampoco el 7 de enero, así que si Dios se amargara por esas "inexactitudes"...

Este grupo tiene comunidades grandes en Bulgaria y Rumania. Por otro lado, las iglesias de Rusia, Ucrania y Serbia siguen utilizando oficialmente el calendario juliano. Son especialmente interesantes los sínodos veterocalendaristas de Grecia y dentro de ellos, los conocidos como "Matthewistas" que se consideran los únicos verdaderos ortodoxos y cuyas iglesias son tan "tradicionales" que no usan luz eléctrica ni tienen asientos.

2. Por otro lado tenemos a los ortodoxos veterocreyentes de Rusia. Con el correr de los años (y como es normal en toda iglesia), los usos rituales del cristianismo bizantino se fueron adaptando a la realidad rusa hasta adquirir identidad propia. Pero a finales del siglo XVII, un patriarca decidió "purificar" el ritual y hacerlo "más griego", lo que ocasionó que un gran grupo lo acusara de apóstata (sí, ellos también) y se separara. Los zares los persiguieron y muchas comunidades quedaron sin sacerdote, porque ningún obispo se unió a ellos y no había quién los consagre. Terminaron dividiéndose en dos grandes grupos: Los Popovtsy que siguieron con la misma doctrina, y los Bezpopovtsy, que al quedar sin sacerdotes empezaron a cambiar drásticamente sus creencias, anulando incluso la Eucaristía. Este último grupo terminó dividiéndose en otros grupos más pequeños: Los Pomortsy, los Fedoseyanos, los Filippianos, etc, cada uno con diferencias doctrinales y diciendo ser los verdaderos creyentes.

3. Siguiendo con Rusia, tenemos también a la Iglesia Ortodoxa Rusa en el Exilio, la Iglesia Ortodoxa Rusa en las Catacumbas y la Iglesia Ortodoxa Rusa Libre, que se separaron de la Iglesia Ortodoxa Rusa como consecuencia de la Revolución Bolchevique que transformó a Rusia en la Unión Soviética, con las limitaciones y vejaciones a las que fue sometido el cristianismo en esos años. Los integrantes de estas agrupaciones consideraron que la Iglesia Ortodoxa oficial había apostatado al colaborar con el régimen comunista en lugar de denunciarlo. Se olvidaron de que, probablemente, si muchos de ellos se hallaban en el extranjero era porque si mostraban su desacuerdo con el gobierno soviético terminaban muertos. Aún después de la caída de la URSS, no todos se han reconciliado con la Iglesia Ortodoxa Rusa, acusándola de modernista, porque supuestamente ha asumido actitudes ecuménicas.

En fin.

Todo esto se puede resumir como la historia de la pérdida del norte en la vida del cristiano. Las iglesias, los sacerdotes y aún los propios creyentes se pelean entre sí y se dividen más por la forma que por el fondo. Un fondo que quizá nunca tengan en cuenta. En lugar de profundizar en el amor cristiano y en las creencias que nos son comunes a todos los grupos de cristianos, se creen en posesión de la única verdad y la salvación por... ¿usar un calendario u otro? ¿defender a ultranza las ideas de un pontífice u obispo por sobre, incluso, la propia capacidad de crítica y reflexión o la propia Biblia? ¿hacer el culto mirando al público o mirando a una imagen? ¿decir las cosas en latín y no en español, como si una lengua fuera superior a la otra? ¿se acuerdan que los que crucificaron a Cristo hablaban en ese idioma? ¿tanta diferencia hace rendirle culto a Dios siguiendo formas antiguas, modernas o lo que nos dicte nuestro corazón en un momento de adoración privada o grupal?

No, algo no está bien ahí. La gente se complica por las puras y se pelea por cualquier cosa y eso no es el espíritu de la religión que dicen profesar. De hecho, el verdadero espíritu del cristianismo quizá ni les interese.

6 comentarios:

  1. La desobediencia es pecado, el Vaticano II es una decisión del pontífice Juan XXIII, que siguiendo una corriente de pensamiento de varios Cardenales y Sacerdotes, tomó una orientación Pastoral innovadora. Si el cambio no es de Dios será revertido. Pero el escándalo que provoca la división y el orgullo, es grande, y hiere gravemente a Nuestro Señor, en el Pecado de su Iglesia, en la mala forma de tratarse entre Cristianos, entiéndase, seguidores de Jesucristo que de buena fe quieren imitar al maestro, sean tradicionalistas o modernistas, y hasta incluso Cristianos no Católicos de buena voluntad, ello no sigue el Camino que Jesús encarnó al ordenarnos con su enseñanza verbal y ejemplar amarnos los unos a los otros hasta la Cruz

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    1. Estoy de acuerdo .En cada circunstancia deberíamos pensar como nuestro Señor Jesucristo hubiera actuado en tal circunstancia ...

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  2. Después de 30 min de leer tu post (ok, no! fue menos) Creo que si bien Jesús puede o no repudiar a los que van en contra de las leyes, la doctrina, etc, no es atribución nuestra el hacerlo en su nombre, creyéndonos dueños de la verdad (porque aquí el único dueño es ÉL) y menos ofendiendo o faltando el respeto al Otro. Creo que la mejor manera de corregir es conversando y dando el ejemplo, no insultando... Cristo enseña a amarnos, a perdonarnos unos a otros como él lo hace... pienso que el corazón más duro puede emblandecerse cuando se le habla con respeto y amor. Ese es el camino que Jesucristo nos enseña y debemos seguir.

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  3. Cada uno arma su grupito, según lo considere, pues que es esto a que estamos jugando, no me gusta, me abro y creo mi iglesia psss

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  4. Menos mal no metiste a los fundamentalistas

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  5. yo pertenezco al movimiento de la renovación carismática, y he visto como esta la gente hoy en dia, y como esta actuando la iglesia, puro modernismo y a causa de ello seguramente muchas almas se estan perdiendo, fue un error gravisimo actualizar las normas de la iglesia

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