Eterno verano.

sábado, 3 de enero de 2015

Dañan el mural de la Iglesia de La Recoleta.

Hace algunos días (en algún momento entre el 25 y el 29 de diciembre), el mural de la Iglesia de la Recoleta de la avenida Wilson fue dañado con pintura por parte de desconocidos. La imagen, que ha permanecido por varios años, mostraba a un sacerdote dirigiendo a un grupo de personas, guiados por el Espíritu Santo.

Resulta curioso que, cuando hace unos meses la ex alcaldesa de Barranco borró un mural de muy cuestionable calidad "artística" en el barrio de Malambito, el hecho fue difundido por varios medios de prensa; pero que ahora, cuando dañan un mural de contenido cristiano, nadie dice nada. ¿Por qué tan diferente reacción?



Actualización (12/3/2015): Al disponer de más información (a raíz de que este mural saltó a los medios al ser borrado por la Municipalidad), he cambiado mi posición al respecto. Debí hacer mía y aplicar la célebre frase de Alexis Carrel: "Mucho razonamiento y poca observación llevan al error, mucha observación y poco razonamiento llevan a la verdad". Pensé mucho en las motivaciones que pudo haber para manchar ese mural, a primera vista "religioso", pero no lo observé con detenimiento. Y parece ser, como informa el Diario La República, que de forma más o menos caleta está representado el asesino terrorista Abimael Guzmán y no, no es una "casualidad" ni una suerte de pareidolia artística, porque Olfer (que así se hace llamar el autor) pertenece al Movadef, la fachada política de los senderistas. Sabido esto, apruebo que hayan manchado ese mural y mucho más aún que el alcalde haya decidido borrarlo. Mucha sangre costó el terrorismo al país como para que sus abortos actuales hagan apología en nuestras calles. Borrado y bien borrado queda.

1 comentario:

  1. que ganas de joder! como quisiera que ubiquen la casa de esos desadaptados y pintarles la cara con un desarmador al rojo vivo! jaja

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